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Fragancia para
Dama Daisy de Marc Jacobs Edt 100 ml
Daisy de Marc Jacobs es
un perfume floral, femenino y único.
Fresca y muy
femenina, con un toque refinado refleja a una mujer inocente con un toque
de glamour irresistible.
Daisy de Marc
Jacobs pertenece a la familia olfativa Almizcle Floral Amaderado, y
ha sido creada por el maestro perfumista Alberto Morillas. Se inicia con notas
afrutadas como la toronja y la fresa que se complementan con la sutileza floral
de la lavanda, que sirve de unión hacia un bouquet floral tierno y femenino en
su corazón, formado por gardenia, violeta y jazmín. En el fondo, la sensualidad
más seductora de las maderas blancas se fusiona con el almizcle y el toque
cálido y dulce de la vainilla.
El diseño del frasco sigue la línea de los perfumes
de Marc Jacobs, muy original y divertido. Con una botella de formas
puras y minimalistas y de vidrio transparente, pero con un toque clásico que se
tiñe en un dorado elegante y refinado. La guinda perfecta es el tapón del que
florecen unas preciosas margaritas, a modo de escultura, las cuales le dan el
nombre a esta fragancia.
Daisy de Marc Jacobs es un
“Eau de Toilette” femenino incluido en la
familia Floral Amaderada. Se trata de un perfume alegre y femenino, que huye de
cualquier estilo clásico o serio, para llenar nuestros días de ilusiones,
positivismo y felicidad. Su aroma, suave y fresco, denota juventud, y nos
invita a pasear por un día primaveral, en el que las flores y los rayos de sol
son los protagonistas.
Esta fragancia fue creada en el año 2007 por el
maestro Alberto Morillas, en ella se plasma la alegría de vivir, una visión más
dinámica y espontánea de la vida. Daisy nos incita a actuar con el corazón y a
llevar a cabo nuestras fantasías. Con ella, apreciaremos los pequeños detalles
que se nos presentan día tras día, ya sea un abrazo, un beso o una caricia, y
así lograremos entender que los pequeños gestos, son los que nos guían hacia la
felicidad.
Su pirámide olfativa, se caracteriza por la
presencia por flores blancas de suaves y románticos aromas. Ésta inicia con un
acorde fresco e inocente, procedente de notas frutales, como naranja sanguina o
fresa, que se posan sobre la piel para dar la bienvenida al auténtico
protagonista, su corazón floral, un tierno ramillete de gardenia, violeta y
jazmín, pétalos suaves llenos de luminosidad. Para finalizar, sobre su cálido
poso descansan notas como almizcle, maderas blancas y cremosa vainilla.
Esta fragancia pretende transmitirnos todos los
beneficios que nos aporta la naturaleza y la brisa fresca. Elementos
puros que ayudan a evadirnos del estrés y el bullicio, y nos sumergen hacia
momentos de relajación y paz.
Su frasco, es uno de los puntos que más nos
llama la atención. Tallado sobre cristal con líneas ultra-sencillas, nos
permite percibir el líquido dorado de su interior, pero al alzar la vista, nos
encontramos con un bellísimo e impactante tapón, cubierto por grandes
margaritas blancas de vinilo. Una joya para nuestro tocador.